La mayoría de nosotros pasa mucho tiempo en el espejo viendo nuestra apariencia. Algunas personas pasan más tiempo que otras, sin embargo, cuidar nuestro cuerpo y estar interesados en nuestra apariencia es algo natural.
La forma en la que nos sentimos
respecto a nuestra apariencia es parte de la imagen que tenemos de
nuestro cuerpo y de nosotros mismos. Muchas personas no están
satisfechas con sus cuerpos y esto puede ocurrir sobre todo durante los
años de la adolescencia, el momento en que nuestro cuerpo atraviesa
muchos cambios.
Aunque muchas personas no se sienten satisfechas
con su apariencia, estas preocupaciones no ocupan constantemente sus
pensamientos o no les atormentan. Pero para algunas personas, la
preocupación sobre su apariencia puede ser extrema al punto de sentirse
obsesionados.
Algunas personas enfocan su atención de tal forma en
imperfecciones imaginarias o pequeñas en su apariencia que no pueden
dejar de obsesionarse por ello. Estar constantemente preocupados y
enfadados sobre las imperfecciones del cuerpo o la apariencia es lo que
se conoce como el trastorno dismórfico corporal (TDC).
¿Qué es el trastorno dismórfico corporal?
El
trastorno dismórfico corporal es una condición que tiene que ver con
las obsesiones y pensamientos preocupantes que surgen de forma
repetitiva en la conciencia de una persona. Cuando se padece de TDC, los
pensamientos preocupantes son sobre imperfecciones que la persona
percibe.
Puede ser que las personas que sufren de TDC se fijen en
lo que ellas perciben como una imperfección en el rostro, pero también
pueden preocuparse sobre otras partes del cuerpo como el tamaño de las
piernas corto, la talla de pecho, o la forma del cuerpo. Así como las
personas con trastornos de la alimentación se enfocan en su peso, las
personas con TDC se obsesionan con un aspecto de su apariencia. Las
personas con TDC pueden sentirse preocupadas si su cabello es muy fino,
si tienen cicatrices en su cara, ojos de diferente tamaño, nariz muy
grande o labios muy finos.
Al trastorno TDC también se la ha
llamado "fealdad imaginaria" porque los temas sobre la apariencia que
obsesionan a la persona suelen ser tan pequeños que las otras personas
ni se dan cuenta de ello. Cuando otras personas si los perciben, lo
consideran de menor importancia. Pero para una persona con TDC, sus
preocupaciones se sienten de forma real, porque sus pensamientos
obsesivos distorsionan y amplían cualquier pequeña imperfección.
Debido
a la imagen distorsionada del cuerpo que ocasiona el trastorno TDC, una
persona puede creer que es demasiado fea o desfigurada para que otros
la vean.
Además de las obsesiones, el trastorno TDC también incluye comportamientos compulsivos y evitar ciertas actividades.
Un comportamiento
compulsivo es algo que una persona hace para tratar de aliviar la
tensión que generan los pensamientos obsesivos. Por ejemplo, una persona
con pensamientos obsesivos de que su nariz es horrible, puede verse en
el espejo, ponerse maquillaje o preguntarle a otra persona varias veces
al día si su nariz se ve horrible. Este tipo de comportamientos, el
chequear, arreglar y preguntar de este modo son compulsiones.
Una
persona que padece de una obsesión generalmente siente una necesidad
irresistible de ser compulsivo(a) ya que esto puede proporcionarle
alivio a la preocupación de la obsesión. Para una persona que sufre de
obsesiones, el comportamiento compulsivo puede ser la única forma de
escapar a los sentimientos negativos que ocasionan los malos
pensamientos. Las acciones compulsivas se repiten varias veces al día,
ocupando gran parte del tiempo y energía de la persona.
Evitar
actividades también es parte del trastorno TDC. Una persona puede
quedarse en su casa para evitar ser vista por otras personas. Los
comportamientos que evitan hacer ciertas actividades incluyen no
participar en clase, no socializar, o evitar los espejos.
En el
trastorno TDC, un patrón de pensamientos obsesivos y evitar actividades
forma parte de la persona que lo padece. A pesar de que el constante
chequeo, arreglo, preguntar y evitar hacer ciertas cosas tranquiliza de
cierta forma a la persona ante sus pensamientos terribles, este alivio
es solamente temporal. En realidad, cuanto una persona más ceda a su
comportamiento compulsivo o evite ciertas actividades, más fuerte será
el patrón de obsesiones, compulsiones o de evitar actividades.
Después
de cierto tiempo, harán falta más compulsiones para aliviar la angustia
que ocasionan los pensamientos malos. Una persona con TDC no quiere
preocuparse con esos pensamientos y comportamientos, pero al padecer de
TDC puede parecer imposible romper este patrón.
¿Qué ocasiona TDC?
Aunque
la causa de TDC aun no está clara, los expertos creen que está
relacionada con problemas con la serotonina, uno de los
neurotransmisores químicos del cerebro. La regulación insuficiente de
serotonina también juega un papel en el trastorno obsesivo compulsivo
(TOC) y en otros trastornos provocados por la ansiedad, así como en la depresión.
Algunas
personas parecen estar más predispuestas a tener problemas con el
balance de la serotonina, incluyendo quienes tienen familiares con
problemas de depresión o ansiedad. Esto puede explicar por qué algunas
personas desarrollan TDC mientras que otras no.
Los mensajes
culturales también juegan un rol en el TDC reafirmando las
preocupaciones de una persona sobre su apariencia. Los mensajes críticos
o las bromas pesadas sobre la apariencia a una persona que está
creciendo pueden contribuir a la sensibilidad frente al TDC. Pero
mientras los mensajes culturales, la crítica y las bromas pesadas sobre
la apariencia de alguien pueden dañar la percepción de la imagen de una
persona, este tipo de cosas individualmente no resultan en TDC.
Es
difícil saber exactamente cuán común es el trastorno TDC porque no hay
muchas personas que sufran este trastorno que quieran hablar de ello o
buscar ayuda. Pero comparado a las personas que simplemente se sienten
disatisfechas con su apariencia, pocas personas tienen el verdadero
trastorno TDC. Este trastorno generalmente comienza en los años de la
adolescencia, y si no es tratado a tiempo, puede continuar en la edad
adulta.
¿Cómo puede afectar la vida de una persona el trastorno TDC?
Algunas
veces las personas con TDC se sienten avergonzadas y guardan sus
preocupaciones en secreto. Pueden pensar que otros los consideran
vanidosos o superficiales.
Algunas veces las personas se molestan
con las obsesiones y las compulsiones de otros respecto a su apariencia.
Pero estas personas no entienden lo que es el TDC o lo que atraviesa la
persona que lo padece. Como resultado, la persona que padece esta
condición puede que se sienta que nadie la entiende, juzgada de forma
injusta o sola. Debido a que estas personas evitan el contacto con otras
personas, puede ser que tengan pocos amigos o actividades para
disfrutar.
Es extremamente preocupante estar atormentado por
pensamientos sobre imperfecciones en la apariencia. Estos pensamientos
entran en la conciencia de la persona a lo largo del día y son difíciles
de ignorar. Las personas con síntomas leves o moderados de TDC
generalmente pasan mucho tiempo arreglándose en la mañana. Durante el
día, puede que examinen su apariencia frecuentemente en el espejo o en
las ventanas. Además, pueden buscar que otras personas en su entorno les
reafirmen que todo está bien con su apariencia.
Aunque las
personas con un ligero caso de TDC generalmente continúan yendo a la
escuela, las obsesiones pueden interferir en sus actividades diarias.
Por ejemplo, alguien puede mirar o examinar la parte "imperfecta" del
cuerpo de forma repetida o gastar altas sumas de dinero y tiempo en
maquillaje para cubrir el problema. Otras personas con TDC se esconden
de otras y evitan ir a ciertos lugares porque tienen miedo de que otras
personas las vean. Pasar demasiado tiempo y energía en preocupaciones
sobre la apariencia le roban a la persona placer, felicidad y
oportunidades para que pueda divertirse o socializar.
Las personas
que tienen síntomas severos puede que dejen de ir a la escuela,
renuncien a sus trabajos o se rehúsen a dejar sus casas. Muchas personas
con TDC también sufren de depresión. Las personas con los casos más
severos de TDC incluso pueden considerar el suicidio.
Muchas
personas con TDC buscan la ayuda de un dermatólogo o cirujano cosmético
para tratar de corregir la apariencia de sus imperfecciones. Pero los
tratamientos dermatológicos o la cirugía plástica no cambian el TDC. Las
personas con TDC que consiguen un cirujano dispuesto a corregir sus
imperfecciones generalmente no quedan satisfechas con los resultados.
Puede que sepan que aunque su apariencia ha cambiado, la forma obsesiva
de pensar sigue presente y comenzarán a enfocarse en alguna otra
imperfección.
Buscando ayuda para el TDC
Si
tu o alguien que conoces sufre de TDC, el primer paso es reconocer lo
que puede estar causando el problema. Muchas veces, las personas con TDC
están tan enfocadas en su apariencia que creen que la solución está en
corregir su apariencia en lugar de su pensamiento.
El verdadero
problema con el TDC está en las obsesiones y en las compulsiones que
distorsionan la imagen del cuerpo en las personas, haciendo que se
sientan feas(os). Debido a que las personas con TDC creen que lo que
perciben es real y correcto, algunas veces la parte mas difícil para
recuperarse de este trastorno es estar abierto(a) a otras ideas que
pueden ayudar.
El TDC puede tratarse con un especialista en salud
mental con experiencia. Generalmente, el tratamiento incluye un tipo de
terapia del habla llamada la terapia cognitiva conductiva
(cognitive-behavioral therapy). Este enfoque ayuda a corregir el patrón
que está causando la distorsión de la imagen del cuerpo y la
preocupación excesiva.
En la terapia cognitiva conductual, un
especialista ayuda a la persona a examinar y a cambiar pensamientos
incorrectos, a resistir comportamientos compulsivos y a enfrentar
situaciones preocupantes que desencadenan preocupaciones sobre la
apariencia. Algunas veces los doctores recetan medicamentos
paralelamente al tratamiento de terapia del habla.
El tratamiento
para el TDC toma tiempo, trabajo y paciencia. También ayuda si se tiene
el apoyo de una persona o una pareja. Si una persona que padece de TDC
también sufre de depresión, ansiedad, sentimientos de estar aislado(a),
solo(a), u otros temas en la vida, la terapia también puede tratar esos
temas.
El trastorno dismorfico corporal, como otras obsesiones,
puede interferir en la vida de una persona, restándole placer y
desgastando su energía. Un psicólogo con experiencia o un psiquiatra con
conocimientos sobre TDC puede en ayudar a romper la atadura fuerza de
este trastorno en la persona para que pueda disfrutar de la vida a
plenitud.
FUENTE: http://www.mujersaludable.com