El ajo es una hierba culinaria que se utiliza ampliamente para el tratamiento y la prevención de enfermedades cardiovasculares y del cáncer. Hay numerosos estudios que han examinado los efectos del ajo sobre el colesterol malo.
Múltiples estudios anteriores en humanos han reportado que el
ajo, puede reducir ligeramente el colesterol total y las lipoproteínas de baja densidad (LDL o colesterol malo) en corto tiempo (de 4 a 12 semanas).
Los beneficios de
ajo fueron más notables cuando se emplea como un tratamiento a largo plazo, es decir, en personas que comenzaron tratamientos con mayores niveles de colesterol total.
El ajo contiene alicina y
ajo ene, dos substancias terapéuticas muy poderosas para el sistema cardiovascular. “Un diente fresco de ajo diariamente, o mil miligramos de tabletas altas en alicina, reducen el colesterol entre 9 y 12% promedio”.
Además, la ingesta habitual de este alimento ayuda a que tus arterias se sanen en un período de cuatro años: “Las arterias de los pacientes que comen
ajo han reducido en 3% el estrechamiento, mientras que en aquellas personas que no consumían
ajo, se registra un aumento de 16% en el estrechamiento de sus arterias que están bloqueadas en algún punto”.
Con esta afirmación se comprueba que el
ajo ayuda a bajar el colesterol malo: “
consumir ajo en las comidas, hace que la manteca pura no aumente el colesterol. Parece que el ajo puede bajarlo aun cuando uno consuma un alimento alto en LDL”.
Diversos investigaciones concluyen que el
ajo podría reducir el colesterol total y los triglicéridos, y que puede ser considerado para las personas con riesgo de enfermedad cardíaca.
Sin embargo, todavía son desconocidos sus efectos a largo plazo sobre los lípidos o sobre la morbilidad y mortalidad cardiovascular, además el ajo fortalece tu sistema inmunológico y te ayuda a bajar de peso.
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